domingo, mayo 19

Dalí, la magia del arte al estilo Méliés


Dalí, un genio artista y figura, que no solo dejo su huella en la pintura, sino que quiso ir más allá y mostrar su otra imagen, la de mago, en el cine. 
En muchas ocasiones colaboro con el séptimo arte, donde contó con el apoyo de otros grandes artistas, y sobre todo, grandes amigos suyos, como el corto para Disney que lleva el titulo de "Destino". Y entre sus muchas apariciones cinematográficas, en ocasiones jugaba con esa figura extravagante, loca y divertida que se le asociaba directamente a como era él en realidad. 

Sus obras de arte son de sobra conocidas, pero sus películas o su influencia en el cine, puede que no tanto. Y en este apartado fue realmente donde me gusto la exposición del Reina. No cabe duda que tiene una amplia colección de cuadros e innumerables galerías para deleitarse con su pintura, su trazo inexistente, a la vista de los mortales, y sus locuras y juegos perversos, pero es en estos apartados, donde esta exposición resalta y se diferencia del resto de exposiciones que deambulan por el mundo, sobre esta figura y artista.

No solo el corto de Disney se puede ver en la exposiciones. Si no que ademas cuenta con dos salas en los que se proyectan películas, y anuncios de televisión con su firma, donde juega con la magia, la extravagancia y el glamour, algo que ya utilizaba Méliés al comienzo de la historia del cine. Y sobre todo, casi al final de la exposición, ese aura de su influencia mundial, con ese gran momento de "Recuerda", peliculón donde los haya ( y si quedara basto decirlo de esta manera, pero no se como expresar mi admiración por Hitchcock y por esta película en particular), donde se ve ese juego de transformación, de pesadilla en la que se ve inmerso el protagonista, sintiéndose observado por sus famosos grandes ojos almendrados, las largas sombras proyectadas hasta el infinito. Y ese mágico sueño final, con la atmósfera típica de Dalí, y sus paisajes y formas más famosos. Y es que no hay mejor matrimonio que el de Dalí y Hitchcock.

Y es que Dalí era mucho más que un pincel y un lienzo.