jueves, febrero 24

Locura y genialidad a partes iguales

Título: Cisne Negro
País: EEUU
Director: Darren Aronofsky
Guión: John McLaughlin, Mark Heyman
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Productora: Fox Searchlight Pictures
Reparto: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin,Sebastian Stan.


NOTA: 8







Darren Aronofsky, ha conseguido volver a lo más alto. Después de sorprendernos con "Réquiem por un sueño" y una más que digna "El Luchador" (estoy ha falta de ver "Pi: fe en el caos), la cago de manera estrepitosa, al menos a mi al parecer, con "La fuente de la vida", pero con "Cisne Negro", vuelve a engrandecer el arte, la elegancia, la locura de su cine y la genialidad a partes iguales.

En está ocasión, vuelve a retomar la obsesión como hilo argumental, de un personaje que lucha y se sacrifica para llegar lo más lejos posible. Al igual que ocurrió con "El Luchador", el personaje de Natalie Portman, Nina, llega a extremos irracionales para conseguir su sueño, ser la reina de los cines, en la obra "El lago de los Cines".

En ambas películas nos muestran a dos adictos por su arte, destrozados, y fascinados, que no pueden vivir sin lo que más les gusta. Al principio, nos aterra, con esa obsesión que siente Nina de sentirse observada a cada paso que da, de que todo el mundo quiere acabar con su carrera artística, y parte de culpa la tiene su madre, que la martiriza, sin dejarla respirar. Y es que el éxito tiene un precio muy alto.

Sentimos el dolor de Nina, su obsesión, con esos huesos que crujen constantemente, sintiendo el esfuerzo que realiza. Pero no todo en la vida es técnica, también hay que sentir. Y es justo en ese momento, cuando el personaje de Nina, cambia de forma radical, empujada a la aventura, a experimentar sensaciones nuevas, su mente empieza a ver un mundo completamente distinto. Su locura crece, al igual que la película. Pasamos de un drama de una bailarina que quiere llegar a lo más lejos, a un thriller de suspense y terror, mezclado con la sensualidad y la lujuria de la danza.

Natalie Portman, esta brillante, y después de ganar el Globo de Oro, dudo mucho que tenga mucha competencia en los Oscar. Vemos su transformación de una muñeca de porcelana a una adulta sexual. Y a medida que crece esa evolución, la tensión, y el miedo, crecen.

Un viaje asfixiante a la mente de esta joven bailarina, que lo convierte en un mundo duro, sensual, morboso, y tremendamente loco, a la par que brillante y bello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario