La actriz, Lindsay Lohan, que parecía que quería dar un cambio en su vida y volver a demostrar que vale como actriz (yo lo dudo mucho), ha vuelto a sus andadas, y fue llevada a prisión el pasado viernes por un solo día donde la jueza rebajó la gravedad de los cargos que se le imputan por robo de joyas, pero finalmente la ha sentenciado a cuatro meses de cárcel por violar su libertad condicional.
Todo esto ocurrió el pasado mes de enero, cuando la actriz robo un collar de oro de 2.500 dólares de una joyería el pasado mes de enero. La propia jueza, aseguró que las pruebas presentadas contra la actriz, sugerían que ella pretendía robar el collar. Además dictaminó que había violado la condicional por posesión de cocaína y conducir borracha en 2007 y la sentenció a 120 días de cárcel y 480 horas de servicio comunitario.
El abogado de la propia actriz, se defiende alegando que después de probarlo se distrajo y no se dio cuenta de que lo llevaba alrededor del cuello. Suele pasar, es normal.
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